Cuando
salimos de Alepo camino del río Eufrates, hicimos una parada en un pueblo
beduino.
La gran
mayoría de los beduinos de Siria se han asentado, y han cambiado la tienda por
casas de adobe. También han cambiado el camello por la moto o el coche. Sin
embargo, aunque muchos de ellos son bastante ricos gracias a su ganado, siguen
viviendo, básicamente, su modo de vida tradicional. El dinero lo gastan en
comprar más ganado o simplemente lo atesoran en el banco sin saber en que
gastarlo.
Una típica casa de adobe de los beduinos. Fresca en verano y cálida en invierno.
Uno de ellos nos invitó a un té en su casa. Este es el aspecto por dentro. Alfombras en el suelo y la montura del camello como apoyabrazos. Los dibujos de la pared los había hecho él mismo.
Este es el padre de familia que nos invitó, con una de sus hijas. Nada más entrar en su casa nos mostró orgulloso una metralleta francesa de los años 30 que debió pertenecer a su padre o a su abuelo.
Aquí la
esposa y los 4 hijos (dos niñas y dos niños).
Los niños eran muy tímidos al principio; incluso el que tiene cara de
sinvergüenza ^_^
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