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martes, 26 de febrero de 2013

Viaje a Libia 2009 - El desierto, Sebha y la antigua Garama


Aproximadamente el 90% de Libia es desértico; y aunque desiertos hay de varios tipos, el más conocido y, posiblemente, el más bonito sea el de arena.

Sin embargo, además de petroleo y gas natural, el desierto de Libia esconde otro gran tesoro: agua fósil. Bajo toda esa arena hay un lago del tamaño de Alemania. Gadafi llevó años construyendo tuberías para transportar ese agua hacia la costa con vistas a su desarrollo. Sin embargo, algunos países limítrofes temen que el abuso en la extracción de ese agua pueda afectar a ríos circundantes por una bajada del nivel subálveo.



En el desierto no todo es arena. De vez en cuando pueden verse agrupaciones de matojos que testifican la existencia de un antiguo lecho de rio en cuyas profundidades todavía puede encontrarse algo de agua, la suficiente para estas plantas.







Este es un oasis que se está secando. Ya ha desaparecido el agua de la superficie.












Aquí un oasis en condiciones. El agua de estos oasis es densa, como aceitosa.











Tres tuaregs. Muchos de ellos se dedican a la venta de diversos artículos en los oasis para conseguir divisas. Por supuesto, disponen de correo electrónico (no es broma).
















Un tuareg nigeriano. Hay más de veinte tribus tuaregs repartidas entre varios países y con paso libre en las fronteras.











Este conjunto de tiendas es (o era antes de la guerra) un complejo hotelero. Desde aquí podía visitarse el desierto, la antigua ciudad de Germa, las pirámides libias y las pinturas y grabados rupestres prehistóricos.

Las tiendas disponen de todas las comodidades, incluso baño individual.











Los restos de la antigua Garama, capital de los garamantes. Fueron un antiguo pueblo sedentario de África del Norte, que desarrolló complejos sistemas de irrigación y fundó un próspero reino bereber. Era un estado organizado con ciudades y pueblos, lenguaje escrito y pioneros en establecer oasis y abrir rutas de comercio por el Sahara. Comerciaron con griegos y romanos, y tenían una larga tradición en la momificación. Al estar las construcciones hechas en adobe, su conservación no es especialmente buena.

En Libia también hay pirámides, de las que están muy orgullosos aunque sean considerablemente más pequeñas que las egipcias. Por supuesto, también son tumbas.

Debido a su ubicación en el medio del desierto de Libia, Sebha ha sido hasta el siglo pasado una etapa importante en el trayecto de las caravanas que atravesaban el Sahara. Al poseer el único aeropuerto comercial del sur del país, se ha convertido actualmente en etapa ineludible de cualquiera que desee visitar el desierto. Dispone de un pequeño museo más curioso que interesante, así como de un minúsculo zoo.


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